Cómo Solucionar los Niveles Altos de Uso de la CPU

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La unidad central de procesamiento (CPU) es el cerebro de una computadora. Todos los componentes principales del sistema, como la tarjeta de gráficos y la memoria RAM, dependen de las instrucciones de la CPU. Esto hace que un procesador, que funciona correctamente, sea una parte fundamental de cada PC para gaming.

Cuando un juego parpadea o falla, las aplicaciones abiertas dejan de reaccionar a las instrucciones nuevas o los programas se abren a paso de tortuga. Un nivel de uso de la CPU anormalmente alto puede ser la causa. Repasemos los pasos para disminuir el nivel alto de uso de la CPU en Windows* 10.

1. Reiniciar el Sistema

Primer paso: guarda tu trabajo y reinicia la PC. “Apagar y volver a encender el equipo” es un consejo clásico de solución de problemas por una razón específica. Es posible que esta acción resuelva el problema, especialmente si ha pasado mucho tiempo desde la última vez que se reinició el equipo. Reiniciar la PC puede borrar archivos temporales y posiblemente resolver la ralentización en procesos de ejecución prolongada.

2. Finalizar o Reiniciar Procesos

Abre el Administrador de tareas (CTRL + SHIFT + ESCAPE). Si un programa vuelve a aumentar el uso de la CPU, incluso después reiniciar el equipo, el Administrador de tareas ofrece uno de los métodos más fáciles para hacer un seguimiento de este.

Ten en cuenta que los programas de pantalla completa, como los juegos, suelen desviar la atención del Administrador de tareas (ya que lo ocultan detrás de su propia ventana). Para evitar esto, haz clic en “Opciones” en la barra de menú superior y selecciona “Siempre visible”. Si tienes un segundo monitor, también puedes arrastrar la ventana del Administrador de tareas allí.

Una vez que estés en el Administrador de tareas, haz clic en la pestaña “Procesos” situada en la parte superior. Haz clic en “Más detalles” en la parte inferior de esta pestaña para ver los procesos de Windows que se ejecutan en segundo plano. Busca la columna “CPU” cerca de la parte superior de la pestaña “Procesos” y haz clic en ella para ordenar las opciones en función del uso de CPU:

El uso de la CPU puede ser alto mientras juegas algunos juegos específicos, ejecutas una aplicación de edición de video o de transmisión, realizas un análisis antivirus o tienes muchas pestañas de navegador abiertas. Cuando te encuentres ante este tipo de situación cotidiana de niveles altos de uso de la CPU, debes cerrar todos los programas y las pestañas que están en segundo plano y que no estés usando, regresar al Administrador de tareas y ver si la situación cambió.

Es importante recordar que percibir un nivel de uso alto de la CPU mientras se realizan varias tareas puede ser normal. Las CPU modernas realizan varias tareas a la vez, para lo cual dividen procesos entre varios núcleos de procesador, que funcionan con diferentes conjuntos de instrucciones simultáneamente. La tecnología Hyper-Threading Intel® (tecnología HT Intel®) da un paso más allá, ya que crea varios “subprocesos” de ejecución en cada núcleo, cada uno de los cuales se encarga de diferentes procesos. Si el nivel de uso de CPU de un programa pesado (por ejemplo, Adobe Premiere) es alto, es posible que simplemente esté utilizando los núcleos de CPU disponibles para ello de manera eficiente.

La tecnología Intel® Turbo Boost también puede ayudar a procesar cargas de trabajo pesadas mediante el aumento dinámico de la frecuencia de la CPU. La familia de procesadores Intel® Core™ serie X ofrece otra herramienta que permite evitar la ralentización, ya que la Tecnología Intel® Turbo Boost Max 3.0 asigna automáticamente las tareas más grandes a los núcleos de procesador más rápidos, además de aumentar la frecuencia de tales núcleos.

Estas tecnologías de procesador pueden aumentar considerablemente la velocidad de los procesos de ejecución de varias tareas y del uso de programas exigentes; sin embargo, pueden surgir situaciones anormales de uso de la CPU de todas formas. Si ves un proceso en segundo plano con un nombre como Runtime Broker, Windows Session Manager o Cortana en la parte superior de la columna de la CPU cuando el uso de esta alcanza el 100 %, entonces hay un problema.

Estos procesos de Windows están diseñados para usar una fracción muy pequeña de la capacidad de procesamiento o memoria en circunstancias normales. Por lo general, usan entre un 0 % y un 1 % de capacidad en el Administrador de tareas. Cuando la PC está inactiva, todos estos procesos en conjunto suelen utilizar menos del 10 % de la capacidad de la CPU. Sin embargo, los comportamientos defectuosos o inesperados, por ejemplo, un proceso de Windows que intenta realizar, de manera reiterada, una acción de búsqueda inhabilitada en otros lugares, a veces pueden hacer que un proceso consuma casi todos los recursos del sistema.

Después de abrir el Administrador de tareas y detectar que el proceso usa una gran parte de la CPU de manera inesperada, realiza una búsqueda en línea para identificarlo. No debes detener procesos como explorer.exe (que administra muchos elementos gráficos, como el escritorio y el menú de inicio) ni winlogon.exe (tareas de inicio y la pantalla CTRL + ALT + SUPR), a menos que tengas una buena razón para hacerlo.

Una vez que hayas detectado que el proceso no es crítico (y, nuevamente, hayas verificado que guardaste lo que estabas haciendo), haz clic en el proceso para seleccionarlo. Posteriormente, haz clic en Finalizar proceso en la parte inferior derecha del Administrador de tareas. La opción Finalizar proceso hará que el programa se cierre sin guardar los cambios.

3. Actualizar Controladores

Si un proceso todavía usa demasiados recursos de la CPU, puedes actualizar los controladores. Los controladores son programas que controlan dispositivos particulares conectados a la placa base. Actualizar los controladores puede erradicar problemas de compatibilidad o errores que causan un mayor uso de los recursos de la CPU.

Abre el menú Inicio y, a continuación, Configuración. Haz clic en Actualizaciones y seguridad. A continuación, haz clic en el botón “Buscar actualizaciones”. Esta acción permitirá que se actualicen los controladores críticos. Los fabricantes de tarjetas gráficas también proporcionan utilidades (como NVIDIA GeForce Experience para GPU) que pueden mejorar el desempeño general cuando juegas.

También se puede actualizar la versión del BIOS para corregir algunos errores poco comunes. El BIOS (sistema básico de entrada y salida) es un firmware instalado en la placa base que da instrucciones a los otros componentes de la computadora durante el inicio. Debido a que la actualización del BIOS, por lo general, no produce mejoras en el desempeño (y puede generar nuevos problemas), ejecuta este proceso únicamente si identificaste el error que genera el nivel alto de uso de la CPU y encontraste una actualización del BIOS que lo corrija directamente.

Puedes actualizar el BIOS automáticamente con una utilidad proporcionada por el fabricante de la placa base o hacerlo de forma manual en la página web del fabricante. En primer lugar, busca el modelo de la placa base y el número de versión del BIOS. A continuación, ve al sitio web del fabricante, haz clic en “Asistencia” (o similares) y, luego, en “BIOS” para encontrar las actualizaciones correspondientes.

¿No estás seguro de cuál es la placa base? Haz clic en el botón Inicio, luego escribe “Información del sistema” y haz clic en este programa cuando aparezca.

Consulta los campos “Fabricante del sistema”, “Modelo del sistema” y “Versión y fecha de BIOS” en la ventana Información del sistema para encontrar la placa base. Por ejemplo, una placa Z170X de GIGABYTE.

Vuelve a verificar el número de versión para asegurarte de que aún no está actualizado. Si no es así, descarga e instala la nueva versión del BIOS, reinicia el equipo y verifica nuevamente el Administrador de tareas para ver si el problema persiste.

4. Detectar Malware

Si el problema continua, existe la posibilidad de que la causa sea un malware que se hace pasar por un proceso normal de Windows. Algunos programas maliciosos usan el ancho de banda de la CPU y la GPU para diferentes propósitos (por ejemplo, minar criptomonedas), a la vez que aparecen en el Administrador de tareas con un nombre familiar, como “Cortana.exe” o “Runtime Broker”.

Ejecuta un análisis completo con el programa de virus que prefieras para verificar esto. El análisis de seguridad sin conexión que proporciona Seguridad de Windows (que se ejecuta en la barra de tareas o la configuración de Windows) de forma gratuita, es una buena opción.

5. Opciones de Energía

Algunos ajustes de energía pueden disminuir la velocidad de la CPU, ya sea en una computadora portátil o un equipo de escritorio. Para verificar las Opciones de energía, haz clic en el menú de inicio y escribe “Editar plan de energía”. Una vez abierto, haz clic en “Opciones de energía” en la barra de direcciones de la parte superior de la ventana. Debería aparecer esta pantalla:

Haz clic en “Mostrar planes adicionales” y, a continuación, habilita un plan sin ahorro de energía.

Abre el Administrador de tareas nuevamente para ver si el uso de CPU vuelve a la normalidad.

6. Encontrar Orientación Específica en Línea

Existen muchos procesos distintos que pueden ser responsables de un nivel alto de uso de la CPU, por lo que no existe una solución única para este problema. Para ver consejos específicos, busca el nombre del proceso en la pestaña Procesos o Detalles (una vista más específica) del Administrador de tareas. Luego, busca en línea discusiones sobre el tema en particular.

Si no obtienes resultados con la consulta inicial, agrega cualquier detalle específico que pueda ayudar, como el modelo del procesador (que aparece junto a “Procesador” en Información del sistema) y los nombres de otros programas que puedan estar generando el problema. Es raro encontrar un error del que no se haya hablado en foros de hardware y juegos, así que tómate el tiempo de hacer algunas variaciones en tu búsqueda e intentarlo.

Puedes buscar recomendaciones en línea para inhabilitar los servicios mediante la base de datos del Registro de Windows. Esto suele ser más una solución temporal, pero vale la pena intentarlo en situaciones en las que no hay ninguna solución permanente. Sigue leyendo si estás considerando optar por esta ruta.

Antes de realizar cambios en el registro, es importante crear un punto de restauración. Esto guardará los ajustes actuales de los sistemas de la computadora y te permitirá restaurarlos si las modificaciones del registro afectan involuntariamente la estabilidad del sistema. Para crear un punto de restauración, haz clic en Inicio y escribe “Crear un punto de restauración”. Después, selecciona el disco duro y hacer clic en “Configurar”.

Selecciona “Activar protección del sistema” en la pantalla Protección del sistema y elige cuánto espacio de disco quieres asignar. La opción Restaurar sistema debe usar al menos 1 GB, pero se puede configurar para usar tan solo el 1 % de las unidades más grandes. Sin embargo, asignar más espacio en el disco permite a Windows crear más puntos de restauración antes de eliminar los antiguos.

Después de hacer clic en Aplicar, regresa a la pantalla anterior y presiona el botón “Crear” para establecer un punto de restauración.

Los siguientes pasos variarán según el proceso afectado, pero recuerda que, si realizas cambios importantes en Windows con base en los consejos que aparecen en línea, debes crear un punto de restauración como opción de respaldo.

7. Reinstalar Windows

Si tienes un punto de restauración anterior al momento en que comenzaron los problemas con la CPU, úsalo para intentar solucionar el problema. Sin embargo, debido a que Windows desactiva la protección del sistema de manera predeterminada, la mayoría de nosotros no lo hacemos.

En ese caso, el último recurso puede ser reinstalar Windows. Este proceso puede ser largo, pero también puede resolver los problemas de uso de CPU causados por software.

Con la opción “Restablecer este equipo” de Windows 10, se desinstalarán todos los programas, pero se conservarán los archivos personales. A continuación, tendrás que reinstalar todos los programas que utilices (que no sean de Windows) y perderás la configuración de estos, a menos que la guardes y respaldes. Por seguridad, respalda también todos tus archivos personales, ya sea en una unidad externa o mediante servicios de almacenamiento en la nube.

Cuando estés listo para comenzar, haz clic en el botón Inicio y escribe “Restablecer este equipo”. A continuación, haz clic en “Comenzar”.

El proceso puede tardar una hora o más. Cuando finalice, tendrás que reinstalar los programas que utilices.

Otros Programas

CPU-Z es una herramienta confiable para revisar información general sobre la CPU y placa base. Después de instalarlo y abrirlo, verás los números exactos del modelo de la CPU y placa base, además de cierta información sobre el desempeño. Usa esos números de modelo para buscar discusiones de soporte en línea relacionadas con el uso de la CPU.

El Administrador de tareas no es la única forma de ver la información de los procesos que se ejecutan en segundo plano. Process Monitor registra no solo el uso de la CPU, sino también el registro, el sistema de archivos y la actividad de la red. Revisa la actividad de la red con esta herramienta si sospechas que un proceso podría tratarse de un malware.

Del mismo modo, el Monitor de rendimiento es una herramienta integrada de Windows que brinda una vista más detallada del uso de la CPU de un proceso específico con el pasar del tiempo. Para abrirlo, usa la tecla de Windows + R y escribe "perfmon".

El Monitor de rendimiento tiene demasiadas características avanzadas para describirlas aquí, pero, en resumen, hace que sea fácil dividir el uso de la CPU en varias categorías por proceso y rastrearlo con el tiempo para una resolución avanzada de problemas.

Encuentra Más Formas de Potenciar la CPU

Las CPU están diseñadas para funcionar de manera segura a una tasa de uso del 100 %. Sin embargo, debes evitar estas situaciones si generan una lentitud perceptible en los juegos. Con los pasos anteriores, deberías tener los conocimientos necesarios sobre cómo solucionar los niveles altos de uso de la CPU y, con suerte, resolver los problemas que afectan en gran medida el uso de la CPU y tu juego.

Sin embargo, no todos los problemas de la CPU se pueden resolver con correcciones de software. Si la CPU simplemente no soporta el ritmo de los juegos o programas que quieres ejecutar, es posible que sea hora de actualizarla. Las CPU Intel® más recientes ofrecen mejoras de desempeño para quienes desean ejecutar varias tareas al mismo tiempo y los jugadores que quieran mejorar la calidad de los juegos. Echa un vistazo a las funciones de las computadoras de escritorio para gaming y de equipos portátiles para gaming Intel para ver las actualizaciones disponibles.