Hacer overclocking de una CPU es una excelente manera de potenciar aún más el desempeño de tu hardware. El proceso puede parecer complejo, pero los fundamentos de cómo hacer overclocking son bastante sencillos. Vamos a cubrir los aspectos básicos de qué es el overclocking, cómo funciona y algunas formas de hacerlo de manera segura.
Ofrecemos instrucciones detalladas de dos métodos populares de hacer overclocking. El primero, y el más fácil, implica el uso de Intel® Extreme Tuning Utility (Intel® XTU). Este software todo en uno hace la mayor parte del trabajo pesado por ti y permite un proceso de overclocking optimizado, ideal para principiantes.
Si estás buscando un enfoque más práctico y personalizable, puedes leer sobre cómo lograr un overclocking manualmente a través del BIOS aquí.
De lo contrario, comenzaremos con los aspectos básicos y explicaremos lo que necesitas saber para hacer overclocking de tu CPU.
La alteración de la frecuencia del reloj o de la tensión puede anular cualquier garantía del producto, y reducir la estabilidad, la seguridad, el desempeño y la vida útil del procesador y de otros componentes.
Aspectos Básicos de la CPU
La CPU (unidad central de procesamiento) es el cerebro de tu PC. Es una parte compleja y potente del hardware, diseñada para ejecutar una gran cantidad de cálculos por segundo que ayudan a potenciar la experiencia de la PC moderna.
La velocidad de cálculo de un procesador se ve muy afectada por su reloj de frecuencia en funcionamiento, también conocido como frecuencia de reloj de CPU, frecuencia de CPU o velocidad de reloj. Cuanto mayor sea esta frecuencia, más rápido podrá procesar tu procesador el alto volumen de cálculos que tu sistema requiere para funcionar correctamente.
Aspectos Básicos del Overclocking
Para hacer overclocking de un procesador, el overclocker aumenta intencionalmente la frecuencia en funcionamiento de la CPU por encima de las especificaciones originales del stock. Debido a que la frecuencia del procesador tiene un gran impacto en la velocidad de cálculo efectiva de la CPU, el objetivo final es aumentar la frecuencia de la CPU para lograr un desempeño más rápido.
La frecuencia de una CPU está determinada por tres factores:
- BCLK o velocidad de reloj base. Esta es la frecuencia base de tu CPU, que generalmente se mide en GHz.
- Multiplicadores o “multiplicadores básicos”. Cada núcleo de CPU tiene un solo multiplicador. Estos multiplicadores se aplican a la frecuencia del reloj base y el resultado es la frecuencia de núcleo, generalmente medida en GHz.
- Vcore o voltaje del núcleo Este es el voltaje de entrada principal al procesador. Se requieren niveles de voltaje más altos para obtener frecuencias de CPU estables más altas, debido a que las velocidades más rápidas requieren más potencia. Un voltaje de núcleo más alto también da como resultado una mayor producción de calor y un mayor consumo de energía por parte de la CPU.
En pocas palabras: BCLK x Multiplicadores = Frecuencia de núcleo de la CPU.
Ejemplo: 100 MHz (BCLK) x 44 (Multiplicador de núcleo) = 4400 MHz = 4.4 GHz. Este número, en GHz, es el número que es más probable que encuentres al consultar las especificaciones básicas de velocidad de la CPU.
Para aumentar la frecuencia de la CPU durante el proceso de overclocking, elevaremos los multiplicadores en intervalos de +1, agregando sistemáticamente 100 MHz a la frecuencia de nuestro procesador cada vez y, luego, haremos pruebas de estabilidad y para verificar si se realizó correctamente. Luego, continuaremos ese proceso hasta que alcancemos los límites posibles con el hardware.
Además de ajustar las frecuencias, el proceso de overclocking puede requerir que eleves los voltajes seleccionados y ajustes otras configuraciones de desempeño en el sistema para mantener la estabilidad a altas frecuencias.
El Hardware que Necesitas para el Overclocking
Ahora que hemos cubierto los aspectos básicos, exploremos el hardware necesario que necesitas para intentar un overclocking.
Es importante que utilices la solución de refrigeración adecuada al intentar hacer overclocking de tu CPU. Mayores velocidades y voltajes implican que la CPU genere más calor, lo que significa que se requiere una solución de refrigeración más eficiente para que la CPU funcione de manera segura. Un enfriador de CPU apto es fundamental cuando se quiere hacer un overclocking.
También necesitarás una CPU con una K o X al final del nombre. Los sufijos de las series K y X indican que los multiplicadores de frecuencia de la unidad no están bloqueados y, por lo tanto, permiten el overclocking. Para obtener más información sobre los nombres y las designaciones de los procesadores Intel®, consulta este desglose de nombres de CPU.
También necesitarás una placa base que permita el overclocking. Hay una gran variedad de fabricantes para elegir, pero es recomendable buscar una placa base de la serie Z, como una Z390, o de la serie X, como una placa base X299, dependiendo de tu CPU. Estos chipsets cuentan con asistencia incorporada para el overclocking y otras características que pueden mejorar aún más tu experiencia.
Para satisfacer las diversas especificaciones del mercado, es posible que dos placas base con chipset Z idénticas no tengan las mismas características. Asegúrate de elegir la placa base adecuada para ti. Puedes obtener más información sobre cómo elegir una placa base aquí.
Establecer el Desempeño Básico
Ahora que tienes el hardware, incluyendo la CPU, la placa base y la solución de refrigeración adecuados, podemos comenzar el proceso de overclocking.
El primer paso es medir el desempeño actual de tu sistema en las configuraciones (predeterminadas) del stock. Es importante hacer esto antes de realizar cualquier cambio. Esto te permitirá identificar fácilmente cualquier problema y hacer un seguimiento de cualquier cambio en el desempeño.
Para establecer una línea base, es recomendable utilizar un software de análisis de referencia. Estas herramientas de software estiman el desempeño informático efectivo de tu sistema y te permiten hacer un seguimiento de cualquier mejora. Otras herramientas ayudarán a monitorear mediciones vitales como la frecuencia de reloj de la CPU, el voltaje y las temperaturas en las diferentes etapas del proceso.
La idea detrás de este análisis de referencia inicial del sistema es verificar que todo funciona adecuadamente en el estado previo al overclocking y establecer una línea base para cuantificar el impacto del desempeño del overclocking. Esto proporcionará un mejor entendimiento sobre el desempeño del sistema y la eficacia de la solución de refrigeración que elegiste.
Estos son algunos factores importantes a supervisar cuando realices tu primera prueba:
- Voltaje de la CPU (Vcore): ¿Qué es el voltaje del núcleo de la CPU durante el análisis de referencia? Revisa los valores de Vcore bajo carga y no cuando está inactivo, ya que la placa base puede disminuir automáticamente este valor para reducir el consumo de energía cuando está inactivo.
- Temperatura de la CPU: ¿Cuál es la temperatura máxima alcanzada en todos los núcleos de la CPU (temperatura del paquete) durante la prueba de esfuerzo? Además, ¿cuál es la temperatura del núcleo más caliente? Recuerda considerar la temperatura ambiente durante esta fase, ya que esto puede afectar las lecturas y el desempeño de tu solución de refrigeración.
- Consumo de energía del sistema: ¿Cuál es el consumo máximo del sistema?
- Puntuación del análisis de referencia: ¿Cuál fue la puntuación final de tu análisis de referencia?
Notas importantes:
- El overclocking implica tener un registro de varias cifras diferentes. Si tiene dificultades para recordar estas medidas, haz un registro de todas las cifras en una hoja de cálculo simple o simplemente anótalo en una hoja de papel.
- Para obtener una puntuación básica más específica con determinados análisis de referencia, puede que tengas que ejecutarlos varias veces y calcular un resultado promedio.
- Si hay grandes variaciones entre las lecturas de temperatura del núcleo de la CPU, puede indicar problemas de la refrigeración o una aplicación incorrecta de la pasta térmica.
Comenzar el Proceso de Overclocking
Ahora que tienes una línea base, es hora de empezar a hacer overclocking. Aquí, se recomienda utilizar un enfoque gradual. Es recomendable hacer pequeños cambios y, luego, probar antes de continuar. Esto te permitirá corregir rápidamente cualquier problema, ya que podrás identificar fácilmente el cambio que generó el problema.
Hacer Overclocking por Primera Vez
Como se mencionó anteriormente, hay varias formas de llevar a cabo paso a paso el proceso de overclocking. Recomendamos comenzar con Intel® XTU, ya que proporciona todas las herramientas que necesitas para realizar análisis de referencia, modificar configuraciones y probar la estabilidad del sistema.
Si deseas un mayor nivel de control sobre el desempeño y las configuraciones, también puedes hacer overclocking de tu CPU desde el BIOS de tu PC, aunque esto se recomienda solo para los usuarios más avanzados. Debido a que las configuraciones del BIOS y hardware varían, el proceso paso a paso puede ser un poco diferente dependiendo de tu sistema.
De cualquier manera, es recomendable comenzar ajustando los multiplicadores del núcleo de tu CPU con el fin de aumentar lentamente la frecuencia objetivo. Probablemente veas que algunos se ajustan inicialmente más alto que otros. Configura todos los núcleos disponibles en el mismo valor. Aquí, usamos -2 para configurar todos los núcleos a 4.2GHz.
La idea detrás de esto es configurar todos los núcleos de la CPU a la misma velocidad para garantizar que se ejecute a una frecuencia precisa en todos los núcleos de la CPU.
Una vez que hayas ajustado los tiempos de tu CPU y cualquier ajuste apropiado del voltaje, ya sea con Intel® XTU o a través de tu BIOS, aplica estos cambios y reinicia tu sistema.
Después de Intentar Hacer Overclocking
Después de realizar los cambios en las configuraciones del sistema, aplicar las configuraciones y reiniciar tu sistema, te enfrentarás con una de estas dos situaciones:
- Tu sistema está estable y quieres continuar el overclocking para lograr un mejor desempeño. De ser así, repite el proceso de aumentar el multiplicador de la CPU en +1. Aplica las nuevas configuraciones, reinicia y pasa a la sección “Medir el aumento del desempeño”.
- Tu sistema no está estable, lo que significa que colapsa o se congela después del reinicio.
Si tu sistema no está estable, tienes algunas opciones. La primera es elevar el Vcore para compensar el aumento de la frecuencia, lo cual puede ayudar con la estabilidad.
Al elevar el voltaje de los núcleos de la CPU, ten presente que la energía adicional que corra por la CPU tendrá un impacto en su producción de calor. Es importante encontrar el voltaje estable más bajo en todas las situaciones, así que solo aumenta el voltaje de manera incremental, en +0,05 V cada vez, luego aplica y prueba hasta que encuentres una combinación de configuraciones que funcione.
Otra opción es reducir la frecuencia reduciendo el valor del multiplicador hasta que tu sistema se estabilice. Esta podría ser tu única opción si has alcanzado el límite de voltaje/temperatura.
Importante: Al utilizar los métodos tradicionales de refrigeración, como la líquida o por aire, nunca aumentes tu voltaje por encima de 1,4V. Siempre asegúrate de mantener la temperatura máxima de la CPU por debajo de 100 °C para ráfagas temporales y 80 °C o menos para cargas de trabajo más prolongadas.
Consulta la sección "Administra el consumo de energía y el calor" para obtener más detalles sobre los límites de temperatura de la CPU.
Límites del Hardware
Eventualmente alcanzarás los límites de tu sistema en cuanto a frecuencia/voltaje/temperatura. Este límite será diferente para cada sistema.
Una vez alcanzado el límite superior, tus opciones son:
- Intentar hacer overclocking del caché de la CPU. Esto utiliza los mismos principios ya mencionados, solo que utiliza el multiplicador de caché de la CPU.
- Intentar hacer overclocking de la RAM. La velocidad de la memoria puede tener un impacto considerable en el desempeño. Puedes leer más sobre cómo hacer overclocking de la RAM aquí.
- Actualizar a una mejor solución de refrigeración.
- Evalúa si las protecciones están limitando tu desempeño y decide si se prefieres ajustarlas. Lee más sobre las protecciones a continuación.
Una vez que hayas aplicado los cambios y tu sistema se reinicie correctamente, es momento de ver qué ha cambiado y verificar la estabilidad y el desempeño.
Medir el Aumento del Desempeño
Medir el desempeño de manera efectiva es esencial para cualquier overclocking exitoso. Es la única forma de medir el aumento de desempeño.
Anteriormente, obtuviste la medición del desempeño básico al ejecutar un análisis de referencia. Ahora es el momento de volver a realizar la misma prueba y comparar las puntuaciones.
El overclocking es un proceso iterativo. Si este es tu primer intento, puede que el aumento del desempeño aún no alcance su objetivo. Esto es normal. Con cada ajuste de desempeño sucesivo, gradualmente podrás alcanzar tus objetivos de desempeño.
Una vez que hayas realizado tu análisis de referencia nuevamente y hayas comparado las puntuaciones, puedes continuar para garantizar la estabilidad o seguir modificando las configuraciones para mejorar el desempeño.
Consumo de Energía y Calor
Monitorear el consumo de energía y el calor son partes esenciales del proceso de overclocking. En esta etapa, tu solución de refrigeración desempeñará un papel importante en el éxito de tu overclocking.
Ten en cuenta también el límite superior de temperatura de tu CPU. Para averiguar la temperatura máxima permitida de tu CPU, ve a esta página y encuentra el valor de la temperatura de unión, “Tjunction", de tu CPU. En el siguiente ejemplo, verás un límite de temperatura de 100 °C. No es conveniente que la CPU alcance o se acerque a esta temperatura cuando está bajo carga. Alrededor o por debajo de 80 °C es ideal para la mayoría de las CPU durante su funcionamiento normal, así que asegúrate de que los resultados de tu overclocking lo reflejen.
Cuando las temperaturas exceden el límite de Tjunction especificado, existe el riesgo de que el calor pueda dañar el procesador. Aunque existen protecciones para mitigar el riesgo, siempre es recomendable encontrar la temperatura más baja posible para cualquier configuración de desempeño para garantizar la duración de tu CPU.
Estabilidad del Sistema
Al hacer overclocking, estás impulsando los límites de tu hardware. Como resultado, es posible que eventualmente tu sistema se vuelva inestable durante este proceso. La inestabilidad del sistema puede manifestarse a través de:
- Juegos entrecortados
- Desconexión
- Mensaje de error en pantalla azul
- Congelación
Estos problemas indican que se ha encontrado un desequilibrio en tu configuración. No entres en pánico; es parte normal del proceso de prueba a medida que tu sistema llega a sus límites. Simplemente puedes reiniciar tu sistema usando el botón de reinicio o puedes apagar y encender si el interruptor de reinicio no responde.
A partir de este punto, hay tres posibles resultados:
- El sistema no inicia, incluso después de apagarlo/encenderlo. En este caso, debes Borrar el CMOS, es decir, borrar la configuración del BIOS para restablecer la placa base a su configuración predeterminada y reiniciar. Si esto todavía no funciona, intenta solucionar el problema con estas estrategias.
- El sistema se reinicia. Cuando el sistema colapsó, aún no había alcanzado el límite máximo de temperatura. En este caso, podemos elevar ligeramente el Vcore de nuestro procesador y volverlo a intentar. No agregues más voltios de los necesarios, ya que se generará más calor y tensión potencial en tu CPU.
- El sistema se reinicia. Cuando colapsó, había alcanzado el límite crítico de temperatura y se implementaron protecciones para proteger la CPU de sobrecalentarse. Has encontrado el límite de la solución de refrigeración de tu sistema. En este caso, se recomienda reducir la frecuencia de reloj en funcionamiento del procesador para volver a un estado más estable dentro de un rango de temperatura aceptable. Para hacerlo, es posible que debas reducir el Vcore de la CPU, actualizar a una solución de refrigeración más sólida o buscar otras configuraciones que puedan aumentar el desempeño con poco impacto en las temperaturas, como el caché de la CPU, la frecuencia de memoria, los tiempos de memoria o las optimizaciones de sistema operativo.
El paso final del proceso de overclocking implica verificar la estabilidad del sistema a largo plazo. Solo porque tu sistema se reinició y no colapsó inmediatamente, no significa necesariamente que está listo para usarse las 24 horas.
Para establecer si el sistema es realmente estable, es necesario ejecutar pruebas de esfuerzo más largas e intensivas. Las aplicaciones de software especializadas nos permiten comprobar la estabilidad a largo plazo de nuestro sistema bajo una variedad de cargas de trabajo. Dirígete aquí para obtener más información sobre las pruebas de estabilidad y el software de pruebas de esfuerzo.
Ve a lo Seguro
El hardware de las PC modernas generalmente está diseñado con protecciones para proteger el sistema de posibles daños debido a fluctuaciones de energía o exceso de voltaje.
Al hacer overclocking, estas defensas pueden estar integradas, muchas de las cuales se originan en la fuente de alimentación del sistema. Puedes deshabilitar o modificar los parámetros de estas protecciones, pero esto no es recomendable a menos que estés muy seguro en cómo proceder, ya que podrías dañar el hardware.
Aquí hay un resumen rápido de algunas de las protecciones que puede encontrar:
Protección contra sobretemperatura (OTP): Esta protección limita la temperatura de la CPU a un máximo preestablecido. Si la temperatura del sistema es demasiado alta, tu PC limitará automáticamente la CPU (reducirá su frecuencia) para que la temperatura vuelva a niveles seguros. Esto dará como resultado una disminución del desempeño de la CPU. Si esta limitación térmica aún no basta para reducir lo suficiente las temperaturas, el sistema se apagará automáticamente.
Protección contra sobrecarga (OPP): Las placas base han sido diseñadas para soportar cierto nivel de energía. Si el consumo de energía de tu CPU es demasiado alto, tu sistema activará esta protección. De manera similar a la OTP, esto reducirá el reloj de tu sistema en un esfuerzo por reducir las temperaturas y, eventualmente, apagará el sistema si no tiene éxito.
Protección contra sobrecorriente (OCP): Es otra protección presente en todas las PC. La corriente aumenta dentro de tu CPU a medida que aumenta el voltaje y las frecuencias. Con ciertas placas base, hay una opción para cambiar este valor. (En Intel® XTU, se puede hacer a través de la configuración “Processor Core ICCMAX”. Probablemente tendrás la misma opción en el BIOS).
Protección contra sobrevoltajes (OVP): Se activa cuando el voltaje de entrada de la CPU es demasiado alto.
Protección de bajo voltaje (UVP): Esto es lo opuesto a la OVP. Aquí, tu sistema se apagará si el voltaje de la CPU es demasiado bajo.
Protección contra cortocircuitos (SCP): Se activa cuando la placa base detecta un cortocircuito. Casi nunca hay una razón para desactivar esta protección.
Herramientas y Software del Overclocking
Para lograr un overclocking exitoso, es recomendable que sea compatible con el software para optimizar el proceso. El software puede ayudar a modificar las configuraciones de manera segura, realizar análisis de referencia y pruebas, así como monitorear y realizar pruebas de esfuerzo a tu sistema para garantizar su estabilidad. En la siguiente sección, encontrarás una breve introducción a algunas de las herramientas esenciales y utilidades del software que componen el conjunto de herramientas del overclocking.
Esta lista no está completa, pero es un buen punto de partida.
BIOS
El BIOS (Sistema básico de entrada y salida) es el software que se ejecuta en tu placa base. (también puede llamarse UEFI [Unified Extensible Firmware Interface] en placas base más recientes). Efectivo a un nivel inferior a tu sistema operativo, el BIOS administra la placa base y permite la comunicación con todo el hardware instalado.
El BIOS también es donde puedes ajustar los parámetros de desempeño de tu hardware, incluyendo la RAM, el almacenamiento y la CPU.
Es importante señalar que la presentación visual del BIOS puede varias, según el fabricante de la placa base. Para acceder al BIOS, tendrás que oprimir una tecla específica, como F2 o Eliminar, momentos después de encender la computadora y antes de que aparezca la ventana de carga de Windows*. Consulta la documentación de tu motherboard para ver instrucciones específicas.
Lee nuestra guía para hacer overclocking de una CPU con el BIOS para aprender cómo puedes utilizar el BIOS para configurar una frecuencia de reloj de CPU específica.
Intel® Extreme Tuning Utility (Intel® XTU)
Intel® XTU es una herramienta de overclocking excepcionalmente sólida. Este software combina algunas de las características más importantes que se recomiendan cuando realiza overclocking en una sola aplicación.
Intel® XTU detecta y monitorea el hardware, realiza pruebas de estabilidad, ayuda con el overclocking y puede ejecutar análisis de referencia. El diseño es simple y proporciona las funciones esenciales requeridas para overclockers intermedios.
Lee nuestra guía completa sobre el overclocking con Intel® XTU.
CPU-Z*
CPU-Z* de CPUID es una aplicación simple y ligera que proporciona información esencial sobre tu procesador, placa base y RAM. Se recomienda tanto para principiantes como para expertos que requieren una solución de monitoreo sencilla.
Core Temp
Core Temp es otra útil herramienta de monitoreo diseñada para monitorear temperaturas de núcleo individuales. También muestra el consumo de energía en tiempo real de tu CPU.
RealBench*
RealBench* es un programa de análisis de referencia creado por ASUS y diseñado para simular entornos de alta carga de trabajo, como edición de fotos, codificación de video, multitareas con AVX y más.
3DMark*
3DMark* de UL Benchmark es un programa de análisis de referencia que incluye dos pruebas de procesador y cargas de trabajo combinadas de CPU y GPU. 3DMark es una excelente elección de análisis de referencia para medir el desempeño general de una PC, especialmente en el caso de cargas de trabajo para gaming.
Observaciones Finales
Ahora que tienes una idea de cómo hacer overclocking, estás listo para aprovechar al máximo tu CPU.
Estos son algunos principios clave para tener en cuenta al hacer overclocking:
- No te apresures. Cambia una configuración a la vez, luego pruébala antes de continuar.
- Vigila siempre la temperatura de la CPU y mantenla lo más baja posible mientras preservas la estabilidad.
- Nunca utilices más voltaje de CPU (Vcore) del necesario.
- Nunca modifiques configuraciones o protecciones que no comprendas.
Con estos cuatro principios en mente, tu experiencia de overclocking debería ser divertida, segura y beneficiosa. ¡Disfruta de una velocidad de reloj más rápida!